Hay quienes se habitan a sí mismos verticales Los he visto caer en sus cuerpos, parirse a sí mismos con dolor maternal Se rajan desde adentro contra sí, como dulces actos de guerra Son vectores de carne: transforman la noche en día Combaten todas las formas ineficientes de dolor: perder lo mismo muchas veces cada vez en su versión más pálida Nosotros el barro en el ciclo del agua.
© Héctor Lira